“El musicoterapeuta es un profesional con unos conocimientos y una identidad tanto en el ámbito musical como en el terapéutico, y que integra todas sus competencias desde la disciplina de la Musicoterapia, para establecer una relación de ayuda socio-afectiva mediante actividades musicales en un encuadre adecuado, con el fin de promover y/o reestablecer la salud de las personas con las que trabaja, satisfaciendo sus necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas y promoviendo cambios significativos en ellos”. (de K. Bruscia, 1997, Definiendo Musicoterapia, Amarú Ediciones Salamanca).
Por tanto, el musicoterapeuta es un profesional con unos conocimientos precisos. El musicoterapeuta debe ser músico. Y también debe ser terapeuta. En mi opinión, debe ser capaz de ser las dos cosas a la vez, no ser más músico que terapeuta, porque podría estancarse en aspectos estéticos o compositivos, y tampoco más terapeuta porque se podría olvidar y perder las cosas maravillosas que el paciente-cliente-participante ofrece, o muestra. Debe ser músico y terapeuta en su justa medida.
El musicoterapeuta debe tener conocimientos de medicina, psicología, educación, música...
Pero, sin duda, lo que debe caracterizar al musicoterapeuta es que sea una persona que esté conectada con el optimismo vital y la alegría. Que sepa situarse ante sí mismo y ante los demás. Debe pasar, asimismo, por un proceso psicoterapéutico para poder conocerse a si mismo y poder ayudar mejor a los demás.
Por tanto, el musicoterapeuta es un profesional con unos conocimientos precisos. El musicoterapeuta debe ser músico. Y también debe ser terapeuta. En mi opinión, debe ser capaz de ser las dos cosas a la vez, no ser más músico que terapeuta, porque podría estancarse en aspectos estéticos o compositivos, y tampoco más terapeuta porque se podría olvidar y perder las cosas maravillosas que el paciente-cliente-participante ofrece, o muestra. Debe ser músico y terapeuta en su justa medida.
El musicoterapeuta debe tener conocimientos de medicina, psicología, educación, música...
Pero, sin duda, lo que debe caracterizar al musicoterapeuta es que sea una persona que esté conectada con el optimismo vital y la alegría. Que sepa situarse ante sí mismo y ante los demás. Debe pasar, asimismo, por un proceso psicoterapéutico para poder conocerse a si mismo y poder ayudar mejor a los demás.
Podéis conocer más acerca de la situación del Musicoterapeuta en España en el siguiente link:
En él podréis encontrar un artículo muy interesante sobre el tema escrito por D. Luis Alberto Mateos Hernández, psicólogo, músico y coordinador del Máster/Especialista En Musicoterapia de La Universidad Pontificia de Salamanca y Presidente de ACLEDIMA (www.acledima.org).